La piel contiene en su estructura fibras de elastina y colágeno que, por diversos factores, pueden llegar a romperse dando paso a la aparición de unas lesiones de tipo lineal a las que se denomina estrías.
Las estrías se forman, por tanto, fundamentalmente ante los cambios bruscos de volumen de la piel que la fuerzan a estirarse. La piel es elástica, pero no de manera ilimitada, sobre todo cuando los cambios son muy bruscos o desproporcionados.
La consecuencia de las estrías es un problema eminentemente de tipo estético, padeciéndose en mayor porcentaje en mujeres que en hombres, y a la edad de la adolescencia, durante el embarazo o ante la toma de anticonceptivos orales por su contenido de estrógenos.
Los tratamientos, una vez instauradas las estrías, se aplicarán según un protocolo tras evaluar el estado y la cantidad de lesiones que se presenten en la piel. El tratamiento regenerador se basa en la aplicación factores de crecimiento que se infiltran en la zona a tratar. La radiofrecuencia es un tratamiento que logra la contracción de la piel mediante la aplicación de ondas, aumentando la temperatura de forma que se genera colágeno.
Por último, el microneedling, también conocido como terapia de punción cutánea o terapia de inducción de colágeno, es un proceso en el que se utiliza una herramienta cubierta con varias agujas finas sobre las estrías. Al crear lesiones menores donde la piel ha sido dañada, el microneedling anima a su cuerpo a reparar la piel dañada a través de una mayor producción de colágeno y elastina.
Los tratamientos para eliminar las estrías pueden lograr una mejora significativa de las mismas, siendo la prevención mediante los tratamientos tópicos, el cuidado corporal y el de salud las vías más eficaces de tratamiento.
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