La limpieza de facial es una rutina indispensable tanto para la higiene como para mantener la piel del rostro más luminosa.
Las glándulas sebáceas producen una sustancia grasosa llamada sebo, que se vacía en la superficie de la piel, a través de los orificios de los folículos polisebáceos. Muchas veces este sebo junto con bacterias y células taponan el orificio de desembocadura de la piel, se van acumulando en los poros y forman los puntos negros, los granitos y las imperfecciones en la piel.
Para empezar, retiramos los restos de maquillaje y las impurezas que pueda tener tu piel.
La Microdermoabrasión es un tratamiento que a través de unas puntas de diamante se realiza una exfoliación de la piel. Con esto, se eliminan las células muertas, el sebo y los puntos negros. Así, logramos mejorar la textura áspera del rostro dejándola más suave.
Sacamos manualmente los puntos negros que hayan quedado posterior a la exfoliación sin dañar la piel, con mimo, cuidado y pericia.
El último paso consiste en nutrir la piel. Para ello aplicamos la mascarilla más adecuada para tu tipo de piel a base principios activos naturales para reequilibrarla y que te sientas bien.
Hacemos un placentero masaje sobre el rostro y el cuello para que te relajes.
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